Así se vivió el primer día del 2º Festival de Cine de Jardín

Brigitte Baptiste, directora del Instituto Humboldt, se encargó de inaugurar el 2º Festival de Cine de Jardín con la conferencia Responsabilidad social y medio ambiente. La invitación recurrente fue a ser corresponsables con la biodiversidad, nuestro patrimonio natural, y a sentirnos comprometidos con la conservación del mismo. “¿Cómo construir un mensaje en donde no nos sintamos cómplices de la deforestación desmedida porque apoyamos a que esto no ocurra? Es distante y es frustrante, aun cuando se tiene la intención de decirle al Estado ¡No lo hagas!”. Fueron estas las palabras con las que inició su ponencia frente a cerca de 900 personas, más de lo esperado según el aforo.

Baptiste puso en común un documento en estado de construcción colectiva: Transiciones, en el que trabaja ahora mismo el Instituto y cuya intención es aprovechar la coyuntura política del País para plantear unos términos distintos en la forma en que habitamos el territorio. “En menos de un año hemos descubierto 250 especies nuevas para la ciencia y no estamos hablando de microorganismos: un tigrillo en Nariño, por ejemplo; decenas de anfibios entre ranas y peces, así como otras especies de fauna y flora que habíamos dejado de ver por el conflicto”.

El proyecto -aún no publicado- propone incentivar un cambio no en el futuro incierto, sino en el lapso de una generación con impactos visibles, en donde en esa biodiversidad de Colombia, de la que tanto nos preciamos, sea posible avanzar y, sobre todo, convivir. Los miembros de la Academia, argumentó la bióloga, se sienten tristes por causa de lo poco que el Estado brinda para investigación y el material se utiliza escasamente para consulta. Todo el sector ambiental colombiano cuenta con el 45% menos de recursos para las áreas protegidas.

Colombia, según Brigitte, no es solo la mancha verde, ‘ese brócoli estampado en el horizonte’; es 50% océanos. La selva del Caguán ha ido desapareciendo con una velocidad abrumadora. Hay un plan deliberado de deforestación que no ha sido posible frenar porque está asociado con la corrupción, el narcotráfico y todos los males endémicos del País: “Donde hay gente, hay biodiversidad, por tanto hay cómo ejercer la responsabilidad. ¿Quién debe responder por la biodiversidad urbana? Nosotros, como habitantes urbanos. El mundo hoy en día tiene discusiones y acuerdos multilaterales de preservación; hemos coincidido que el problema de preservación es uno de gobernanza, institucional y cultural. La idea de sostenibilidad es uno de salud planetaria, si insistimos en minar la propia vida, estamos minando la existencia futura”.