Diálogo entre Damián Alcázar y Víctor Gaviria
En el marco de las actividades académicas donde el punto de partida es la reflexión Del Habitante al Ciudadano se realizó un diálogo entre el actor mexicano Damián Alcázar y el director de cine colombiano Víctor Gaviria. Compartimos en formato de pregunta-respuesta apartes de este interesante conversatorio en el que los asistentes pudieron también intervenir con sus comentarios y preguntas.
VG: Es un gusto tener a Damián caminando por las calles de Jardín, como lo hace en sus películas. Damián es uno de los grandes actores de México ha participado en más de 60 películas, algunas son verdaderos hitos del cine Latinoamericano, destaco hoy La ley de Herodes, que marca un antes y un después, y que disfrutaremos en este Festival.
DA: Venir aquí es como tomarse un buen aguardiente. Me siento muy feliz de estar en este pueblo y cuando digo pueblo me refiero no solo Jardín sino a Colombia. Estoy feliz de participar de esta fiesta del cine porque un festival de cine debe ser una fiesta.
VG: ¿Cómo llegas al arte y al cine?
DA: Aunque es una frase trillada, esta es la prueba de que los sueños son posibles. Nadie habría visto en mí un actor, siempre me consideré un niño triste, mis papás se trasladaban de lado a lado, era inhibido, cohibido, soy el más chaparro, el mas prieto y el más feo de mis tres hermanos.
Llegué al cine porque los sábados en Guadalajara el sacerdote proyectaba películas en la iglesia y allí me enamoré del cine. A los 17 años trabajaba porque dejé el colegio y mi madre dijo no aceptaba vagos, y eso me permitió acercarme a la realidad que viven los obreros. Después viví igual que los campesinos y sé lo que sufren, por ello decidí que en mis películas quería hablar por los que no podían hablar.
VG: Inicias en el teatro, ¿verdad?
DA: A los 23 años empecé en el teatro, estudiaba ruso para ser director y logré ir hasta Polonia y me regresé a México por recomendación de un profesor quien me dijo que profesionalmente me debía formar en mi tierra. Ví mucho cine, por fortuna México tiene mucha producción. Aunque en los últimos años los neoliberales de México se aliaron con Hollywood y olvidaron el verdadero cine mexicano.
VG: ¿Cuál es la diferencia entre el cine y el teatro?
DA: Cuando tienes formación como actor de teatro te preparan para proyectarte ante un público, tienes cientos de personas en frente, en cambio en el cine no te debes ver, debes hacerte invisible. En el cine no actuas, eres!! Por eso nunca me verás haciendo el personaje de un hombre rico de negocios, que vive en una mansión y tiene una amante; a no ser que ese hombre rico descubra que su esposa también tiene un amante, que uno de sus hijos no es suyo y que está en la quiebra económica. La condición humana es lo que me interesa. Soy muy selectivo con mis historias, y mis personajes tienen que ser complejos, poner sobre la mesa los vicios y las grandes virtudes.
VG: Hablemos de La ley de Herodes
DA: La película La ley de Herodes que vamos a ver, tenía por primera vez las siglas del partido político PRI de México. Se estrenaba en Acapulco, en un Festival de cine francés, como supe que se vetaría, me levanté en el teatro y hablé ante un público de mil quinientas personas que empezaron a gritar libertad y la película que había salido de la programación la tuvieron que proyectar al día siguiente. Y aunque desde el gobierno nos retiraron el dinero que habían puesto para la película y la trataron de minimizar te puedo asegurar que la conoce hasta el mexicano más humilde.
Damián Alcázar finalizó afirmando que en la actuación el talento se forma y un 95% lo aporta el trabajo diario. Como sabe que la musa de la inspiración se puede ir de vacaciones prefiere trabajar en los personajes, no en imitar sino en conocerlos y apropiarse de ellos.