«Si algo requiere con urgencia la juventud es que su energía sea canalizada hacia labores creativas extraordinarias, hacia la construcción en lugar de la destrucción. Ante la necesidad de preservar los ríos, las selvas, los polos, los páramos, los océanos… los ejércitos no tienen lugar en el futuro». El público de Jardín atendió las reflexiones filosóficas del escritor tolimense William Ospina, en su conferencia Retomar los tejidos de la vida antes de la guerra, donde concluyó: «El mal no puede triunfar. La vida es la norma y la muerte debe rendirle tributo».
William Ospina ha sido colaborador en el diario El Espectador. Fue socio fundador de la revista literaria Número y columnista en la revista Cromos. Estudió Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Santiago de Cali. En 1982 ganó el Premio Nacional de Ensayo y en 1992 el primer Premio Nacional de Poesía del Instituto Colombiano de Cultura.