Como parte de la programación académica, en la mañana del tercer día del festival tuvimos un encuentro con Alexandra Falla, directora de la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano y miembro de la junta directiva de Proimágenes Colombia.

Allí conversamos de las políticas públicas para salvaguardar la memoria audiovisual del país y de los procesos que se adelantan para llevar a cabo esta titánica labor.

Para la UNESCO “las imágenes en movimiento hacen parte del patrimonio de las naciones y es importante preservarlas”, aseguró Falla. Es una labor en la cual Colombia ha avanzado mucho durante los últimos 30 años, gracias al trabajo de la Fundación Patrimonio Fílmico, en el cuál la búsqueda de estos archivos, su catalogación, preservación y restauración, ha permitido que hoy tengamos un almacenamiento robusto que día a día sigue creciendo.

“El cine nos permite mirarnos, es un espejo” decía Vicky Hernández en uno de los encuentros del Festival; para Alexandra, en términos de memoria “ese archivo audiovisual es un espejo retrovisor que nos permite mirarnos hacia atrás y confrontarnos como sociedad”. Por eso explicaba en la conferencia que no bastaba con restaurar las obras, era necesario desde la Fundación adelantar estrategias de exhibición para que esa memoria estuviera todo el tiempo en circulación, como documento de consulta, como soporte para documentales y ficciones, pero también en muestras, en actividades académicas y en festivales como el de Jardín, para que todo el mundo tuviera acceso a ellas. Tal ha sido el caso de obras como Simón el mago (1992), El alma del maíz (1995), Bituima (1780), La mansión de Araucaima (1986) y Amores ilícitos (1995), todas restauradas por la Fundación y que hoy hacen parte de la muestra del Festival.

Lejos de dar por terminada la tarea, Alexandra es consciente que todos los días surgen nuevos retos en esta labor de preservar y restaurar la memoria fílmica del país, pero gracias a esas políticas públicas que existen, recuperar, organizar, conservar, difundir el patrimonio y construir la memoria del mañana son apuestas seguras para seguir salvaguardando nuestra identidad cultural.